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El regreso a clases
 

" Regresar a la escuela implica hacer frente a las ansiedades de lo que nos devengará el próximo ciclo. ¿Me gustará mi maestra? ¿Será muy difícil el plan de estudio? ¿Tendré amigos en mi clase? Por otra parte, significa dejar atrás el tiempo libre y volver a enfrascarse en la rutina de las tareas, además de tener que levantarse temprano, vestirse apurado y organizar cada día de todas las cosas de la escuela", afirmó la Dra. Virginia Schiller, licenciada en psicología clínica y autora del libro Rewards for Kids , publicado por la American Psychological Association.

Para lograr que tu hijo tenga ganas de empezar la escuela, la experta Stacy DeBroff, autora de The Mom Book Goes to School , propone un plan que empieza justamente dos semanas antes del comienzo de clases, que incluye interesantes consejos prácticos que, además, te ayudarán a crear una estrecha y sincera relación con tu hijo. 

Dos semanas antes:

  • Permítele a tu hijo que hable de sus expectativas acerca de la escuela. Pregúntale si se siente entusiasmado, ansioso o un poco de cada cosa. Habla con él sobre las preocupaciones específicas que tiene sobre el ciclo que comienza.
  • Explícale en detalle cómo será su nueva rutina. Muéstrale el cronograma, incluyendo a qué hora deberá levantarse, tomar el desayuno y estar listo para dejar la casa. Intenta hacer un simulacro un par de veces antes.
  • Haz la transición del verano a la temporada escolar empezando por hacer que tu hijo comience a irse a la cama quince minutos antes cada noche y que jamás vuelva a quedarse levantado hasta las 10 u 11 de la noche.
  • Con la ayuda de tu hijo, elabora un listado con sus almuerzos y meriendas favoritos. Esto te ayudará a que puedas ir comprando todo lo que necesitarás para prepararlos.
  • Asegúrate de que tu hijo se sienta tranquilo con la forma en que irá a la escuela. Para ello, ve en tu coche y recorre con tu hijo la ruta que hará el autobús, acompáñalo caminando la primera semana o encuentra a un antiguo compañero para que vayan juntos. No olvides repasar las medidas de precaución referentes a hablar con
  • extraños o prestar atención al tráfico.
  • Realiza los días previos un "tour de compras" y adquiere todo los elementos que necesitará para la escuela y también para el almuerzo y la merienda.
  • Guarda la ropa "fuera de temporada", en algún lugar que tu hijo no pueda verla. De esta manera, evitarás las discusiones debido a que quiere ir a la escuela con su vestido de fiesta o su traje de baño.
  • Guarda los conjuntos de ropa juntos (es decir, el pantalón o la falda que combina con determinado sweater o camiseta) y permítele que tenga la independencia de escoger lo que usará ese día.
  • Asegúrate de que tu hijo pueda ir al baño de la escuela por sí mismo. Elige ropa fácil de poner y quitar. Opta por aquellas que tienen elástico en la cintura, en lugar de cierres o broches a presión.

La noche anterior:

  • Organiza una cena familiar especial el día antes o después del primer día y conversen de las cosas más memorables de ese verano. También, establezcan un desafío para ese año en la escuela.
  • Inaugura el año escolar organizando algo para celebrar. Un gran desayuno, decorar la cocina, servir un plato favorito u obsequiarle una nueva lonchera o mochila, pueden ser algunas ideas.
  • Hornéale a tu hijo sus galletitas preferidas para cuando llegue a casa luego del estrés del primer día.
  • Pon en la mochila de tu hijo algo familiar, que lo haga sentir más cómodo, y algo nuevo, que lo haga sentir especial. (Tal vez, puedas prestarle por unos días esa pluma que él siempre te pide y comprarle la cartuchera de los Power Rangers , que hace meses te suplica).
  • Establece un ritual de despedida. No lo engañes, ni aunque te tiente la idea de evitar la gran escena de lágrimas. Dale un abrazo y un beso, y luego dile "Adiós", en un tono cálido pero firme. Si tu hijo llora, no pidas permiso para llevártelo, tampoco intentes sobornarlo para que te deje ir. Simplemente despídete, con la tranquilidad de saber que queda en buenas manos.
  • Según la Dra. Virginia Schiller, estimular a nuestro hijo a hablar sobre sus ansiedades puede ayudar a reducir el miedo. También, contarle nuestros recuerdos de infancia de cuando empezamos un nuevo colegio o alguna anécdota graciosa, servirá para relajarse y darse cuenta de que no está solo. Su padre, su madre, su familia estarán ahí para cuando los necesite. Nada más y nada menos.

 

 

 

Serafín de Asís © Todos los Derechos Reservados